La medida tuvo gran adhesión en educación, bancos, salud y el sector público, y obligó a un servicio de emergencia en el transporte, en una jornada en que hubo hechos aislados de violencia en Montevideo pero que no marcaron la tendencia general, según coincidieron los diarios El País y Ultima Hora, la radio El Espectador y la agencia noticiosa italiana ANSA.

La central obrera PIT-CNT convocó a la protesta, sin movilización ni acto central, en reclamo de mejoras salariales y contra la Ley de Caducidad que amnistió en 1986 a militares violadores de derechos humanos en la dictadura (1973-85), aunque en medio de diferencias entre las líneas internas de la entidad.

La semana pasada, el Secretariado Ejecutivo de la central obrera perdió por 26 a 15 la votación realizada en la Mesa Representativa alrededor de las características de la medida, ya que la máxima conducción sindical había propuesto un paro de 12 horas con movilización y acto callejero.

Sin embargo, una alianza entre gremios identificados con la ultraizquierda y otros dirigidos por un sector del Partido Comunista logró imponer su iniciativa de parar 24 horas pero sin movilización.

La protesta, que se sintió sobre todo en Montevideo, fue la primera de un día entero contra el gobierno de centroizquierda que asumió en marzo de 2005.

El anterior paro general por 24 horas se remonta al 28 de agosto de 2003, bajo la presidencia de Jorge Batlle, del conservador Partido Colorado, y cuando el país estaba reponiéndose de la peor crisis financiera de su historia.

El coordinador de PIT-CNT, Juan Castillo, dijo que hubo "alto nivel de acatamiento" al paro y precisó que ello "demuestra la disciplina de los trabajadores".

Los ataques a cinco unidades del transporte urbano fueron los únicos hechos violentos resaltados y dos autores de los atentados fueron identificados por la policía como trabajadores de taxis y fueron puestos a disposición de la Justicia.

En la capital estuvieron cerrados los bancos y las oficinas públicas, no hubo clases -excepto en algunos colegios y universidades privados- y los hospitales públicos y las clínicas privadas funcionaron con servicios de urgencia.

Los colectivos y los taxis cumplieron servicios de emergencia y en el aeropuerto internacional de Carrasco la actividad fue normal, en tanto la recolección de residuos estaba paralizada por un paro sectorial que se realiza desde hace algunos días.

Asimismo, muchos comercios abrieron con menos personal que el habitual y las grandes cadenas de supermercados atendieron con normalidad, igual que muchos bares y restaurantes.

El ministro de Trabajo, Eduardo Bonomi, estimó que el paro iba a "ser grande" y prefirió no abrir juicio sobre "las consecuencias", a la vez que señaló su escepticismo sobre la "eficacia" de la medida, en las primeras horas de su puesta en práctica.

El funcionario sostuvo en radio Carve que PIT-CNT tiene derecho a hacer paro en reclamo de una mayor velocidad en las negociaciones de los consejos de salarios, pero adjudicó la lentitud "a la falta de acuerdos".

"Yo dudo de la eficacia, de que el paro pueda acelerar la velocidad de los acuerdos", aseguró al cuestionar también el apoyo parcial a esta medida en la interna de la central sindical.

En el gobernante Frente Amplio hubo coincidencia en respetar el derecho de los trabajadores a tomar las medidas que entiendan necesarias, pero cuestionaron las razones que las motivaron.

El senador Alberto Cid (Asamblea Uruguay) dijo que acepta con "mucho respeto" la medida porque es "una decisión sindical que se enmarca dentro de las reglas de juego", pero sostuvo que "no se puede coincidir" con los motivos al entender que el de Vázquez es "un gobierno abierto a los trabajadores".

Por su parte, el senador socialista Reinaldo Gargano aseguró que "los paros nunca son buenos" y comentó que él hubiera preferido que las medidas "se tomaran en consonancia con la realidad del país", pues se está "votando la Rendición de Cuentas para darle solución a problemas que están planteados en las reivindicaciones".

En lo que va del año, Vázquez enfrentó dos paros parciales, el 9 de abril y el 27 de junio.