"Vine a estar junto a dos camaradas y amigos", dijo el ex jefe de la aeronáutica que el 18 de diciembre de 1975 se alzó en la base aérea de Morón y proclamó el fin del gobierno constitucional de Maria Estela Martínez de Perón, en una suerte de ensayo general del golpe del 24 de marzo de 1976.

En las gradas del primer piso del tribunal lo acompañaron durante horas una decena aviadores militares retirados que lucían escuditos con su respectiva especialidad aérea, aunque aclararon que estaban a título personal y no institucional.

"Los ruidos de los motores nos dejaron sordos pero nada más", dijo jocoso el también brigadier retirado Alberto Simari, que junto a los otros retirados octogenarios escuchó durante más de cinco horas la lectura de los autos de elevación a juicio.

Los ex jefes aeronáuticos sentados en el banquillo de los acusados son los brigadieres, también retirados, Hipólito Mariani y César Comes, que comandaron la Mansión Seré durante 1977 y 1978.

Ambos tienen 82 años y llegaron al juicio con prisión domiciliara e imputados por once casos de tormentos por los que pueden ser condenados con una pena de hasta 25 años de prisión.

La audiencia de apertura fue presenciada también por el intendente del partido bonaerense de Morón, Martín Sabatella, en cuyo ámbito esta ubicada la Mansión, convertida durante su gestión en un centro por la memoria.

Dos funcionarios del área de derechos humanos de la comuna testimoniarán en el juicio el 18 de septiembre, sobre los hallazgos de restos hechos en la antigua casona incendiada por los propios aviadores tras la fuga.

De ese centro de detenidos ilegales, el Jueves Santo del 24 de marzo de 1978 logró escapar un grupo de prisioneros en un episodio volcado a la película "Crónica de una fuga", del realizador Adrián Caetano.

El juicio es un desprendimiento de la causa 450 iniciada contra el ya fallecido jefe del I Cuerpo de Ejercito, Guillermo Suárez Mason, y reabierta en el 2003 tras la anulación de las Leyes de Punto Final y Obediencia Debida.

Durante el juicio también será juzgado el coronel Alberto Pedro Barda, que comandó el Grupo de Artillería de Defensa Aérea 601 (GADA 601) de Mar del Plata, y fue jefe de seguridad en la ciudad.

Los brigadieres están acusados por los homicidios agravados por alevosía contra Amalia Delfina Magliaro y el abogado neuquino Roberto Candelero, por los que pueden afrontar una pena de prisión perpetua.

El abogado neuquino fue detenido en su estudio y llevado a La Cueva, un centro de detención ilegal que funcionó en la base aérea de Mar del Plata, donde fue torturado junto a su esposa hasta la muerte.

Magliaro estuvo detenida legalmente en la comisaría 34 de la Capital Federal y luego trasladada a Mar del Plata, donde su cuerpo picaneado y baleado fue devuelto a la familia aduciendo que había sido abatida en un enfrentamiento.

Las audiencias se desarrollarán los días martes, miércoles y jueves y se estima que durarán unos dos meses.