La Consejería de Sanidad de Madrid hizo público hoy un parte médico sobre el estado de los 19 heridos que continúan hospitalizados tras la muerte ayer de uno de los únicos 20 sobrevivientes de la tragedia, un joven de entre 25 y 30 años.

De los 19 heridos, cuatro están "muy graves", seis se encuentran con pronóstico "grave", uno "leve" y ocho están "en observación", pero evolucionan "favorablemente", de acuerdo con el parte médico.

Entre los heridos que evolucionan favorablemente hay tres niños, una nena de 11 años y un nene de 8 que, según un testimonio que publica el diario El País, son hermanos, y otro niño de 6 años.

La mayoría de los heridos tienen quemaduras y politraumatismos y una mujer de aproximadamente 45 años sigue sin ser identificada, que está en el Hospital Ramón y Cajal.

El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, visitaba esta mañana a los 19 heridos, comenzando por los más graves, que se encuentran en el Hospital La Paz.

La noticia del accidente aéreo conmocionó ayer a España, que por la magnitud de la tragedia -153 muertos y 19 heridos- revivió un sufrimiento colectivo similar al experimentado con los atentados islamistas del 11 de marzo de 2004 contra los servicios ferroviarios de Madrid.

Ayer a las 14.45 hora local (9.45 de Argentina), el avión de la compañía Spanair con 172 ocupantes se estrelló durante el despegue en el aeropuerto madrileño de Barajas.

El avión, un MD82 (McDonnell Douglas) de 15 años de antigüedad, que había pasado sin problemas la revisión técnica anual el pasado 24 de enero, tenía como destino Las Palmas de Gran Canaria.

Al parecer, el avión había logrado despegar y se encontraba a unos metros de altura, cuando el motor izquierdo del aparato se prendió fuego y desestabilizó la nave, que ese estrelló contra la pista 36, en la Terminal 4 de Barajas.

Las operaciones de rescate se prolongaron hasta entrada la noche, aunque los pocos sobrevivientes fueron rescatados de entre los restos del avión que ardía en llamas momentos después del siniestro.

Los cadáveres de las víctimas fueron trasladados a una morgue instalada en el pabellón 6 del predio ferial IFEMA, donde un grupo de forenses identificará uno por uno a los fallecidos, en su mayoría calcinados por el fuego.

Los familiares de las víctimas se enfrentan en las últimas horas al reconocimiento de los cadáveres de sus seres queridos con el apoyo de médicos y psicólogos.

En tanto, en el aeropuerto de Madrid, la plaza Cibeles de la capital española, los principales aeropuertos y ciudades de España, cientos de ciudadanos recordaron a las víctimas del accidente con cinco minutos de silencio a las 12 hora local (7 de Argentina).