Los atacantes se inmolaron casi simultáneamente en distintas puertas del complejo cuando decenas de trabajadores salían de la fábrica en un cambio de turno, informó la policía de Wah, la ciudad donde ocurrió el atentado, cerca de la capital, Islamabad.

Un vocero de la rama paquistaní del movimiento islamista talibán, Maulvi Omar, reivindicó el atentado en nombre del grupo y dijo que fue en represalia por una operación militar en curso en la región de Bajaur, cerca de la frontera afgana.

El gobierno dijo que más de 500 rebeldes islamistas y unos 30 soldados murieron en cerca de dos semanas de combate en la región. Se trató del segundo ataque islamista en Pakistán desde que el presidente, Pervez Musharraf, renunció a su cargo el lunes pasado, dejando a una frágil coalición el legado de su alianza con Estados Unidos en la "guerra al terrorismo".

"Fue un gran ataque. Dos hombres aparentemente se inmolaron afuera de la fábrica durante un cambio de turno. Los atacantes iban a pie y se volaron con menos de un minuto de diferencia", dijo el jefe de policía de Wah, Nasir Durrani.

Otro agente policial dijo que al menos 50 personas murieron en el ataque y más de 100 resultaron heridos, informó la agencia de noticias DPA.

La televisión paquistaní mostró a decenas de rescatistas militares vestidos con trajes naranja que trabajaban en el lugar. El complejo de Fábricas de Artillería Paquistaní es un enorme grupo de alrededor de 20 establecimientos industriales donde se producen piezas y cañones de artillería, tanques y municiones

antiaéreas para la fueras armadas del país. Entre 25.000 y 30.000 personas trabajan en las fábricas. El complejo es adyacente a la histórica ciudad de Taxila, que todos los años recibe a miles de turistas que visitan sus famosas

ruinas budistas.

El doble atentado llega dos días después de que un atacante suicida matara a 30 personas al inmolarse en un hospital en el noroeste de Pakistán. La rama paquistaní del movimiento islamista afgano talibán había advirtido días atrás de un campaña de ataques en venganza por la operación militar en Bajaur.

Unas 1.000 personas murieron en una ola de ataques atribuidos a la insurgencia islamista desde que fuerzas militares atacaron a fundamentalistas atrincherados en la Mezquita Roja de Islamabad, en julio de 2007, en un asalto que dejó al menos 100 muertos.