Al participar de un encuentro organizado por la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), Echegaray detalló que en mayo se autorizó el envío de 100 mil toneladas de trigo, en junio y julio casi 2 millones, y "ahora hay un remanente de casi 1,8 millón, que conforma un remanente efectivamente exportable de 1.436.660 toneladas".

Echegaray señaló que "estamos obligados a establecer matrices para garantizar el abastecimiento interno, y a partir de ahí ver en qué condiciones estamos de exportar de manera confiable y segura".

Esto es, añadió el funcionario, "sin perjudicar la ecuación de seguridad alimentaria", pero "aprovechando las oportunidades que brinda el mundo para todos y no en beneficio exclusivo de un sector de la Argentina".

Según el titular de la ONCCA, este año las necesidades locales de molienda de trigo llegarán a 6,1 millones de toneladas, frente a 5,7 millones de 2007.

Echagaray insistió en la necesidad de "garantizar el abastecimiento interno y seguir exportando".

Pero aclaró que las proyecciones se van rectificando "en función del incremento de operadores de la cadena agroalimentario que se van incorporando a la formalidad".

El funcionario precisó que al 31 de julio las declaraciones juradas sumaron 4,2 millones de toneladas, frente a las 2,5 millones declaradas un año atrás.

Dijo luego que mayores cupos dependen de que se incorporen más molinos y destacó que sobre el particular "estamos conversando con la industria molinera".

"Teníamos en el sistema unos 98 molinos y se están empezando a transparentar, a blanquear, un porcentaje importante que nos puede llegar a duplicar la cantidad de molinos que empiecen a trabajar dentro de la economía formalizada", reveló Echegaray.

Añadió, en otro orden, que la ONCCA trabaja con la AFIP "para tener una nueva herramienta informática que nos permita brindar un sistema automático de desbloqueo del sistema María, sin necesidad de un documento firmado en soporte papel".

Echegaray defendió, por otra parte, las medidas tomadas para evitar la "elusión fiscal", consistentes en hacer coincidir las declaraciones juradas de venta al exterior (ROE verde) con la fecha efectiva del embarque.

De modo, explicó, que el precio oficial que rige al momento de cierre de la presentación de la declaración "sea contemporáneo con el momento de la exportación, teniendo en cuenta el lineamiento general que tiene el universo de mercaderías que se exporta".

El funcionario señaló luego que el régimen "especial y optativo" dispuesto la semana pasada mediante la resolución 2.846, para exportar granos y derivados, permite pagar el derecho dentro de los dos días hábiles a la aprobación del ROE verde.

Los nuevos plazos que estipula este régimen especial, precisó, son: 90 días corridos para el trigo, 120 para el maíz y 180 para la soja y el resto de los productos.

Echegaray señaló que "pensar en una exportación sin controles, desinteresada de la seguridad alimentaria, es pensar en políticas que empobrecen la población".

Sostuvo, por último, que "establecer matrices de seguridad alimentaria, y a partir de allí autorizar exportaciones confiables, es crecer y producir de manera sustentable, dándole mayor equilibrio a la cadena de valor".