El mandatario habló por segundo día consecutivo en un discurso con tono dramático transmitido desde su despacho de la Casa Blanca, un día después que la Cámara de Representantes rechazó su proyecto de ley de rescate financiero, lo que provocó la mayor baja en un solo día del índice industrial Dow Jones.

"No importa el camino, lo que importa es conseguir una ley. Necesitamos una acción que resuelva el problema. Tenemos que reanimar el flujo de crédito a los consumidores para que la economía se mueva", dijo Bush.

El mandatario dijo saber que "la situación es difícil para los miembros del Congreso. No les gusta que la economía llegue a este punto, pero las condiciones empeorarían cada día si no hacemos algo".

Bush advirtió además sobre las consecuencias negativas de no promulgar una legislación que permita el rescate de las entidades en problemas financieros.

"Las caídas de las bolsas tendrán un gran impacto en los ciudadanos. Si no hacemos algo, el daño será duradero", explicó.

Al justificar su posición, Bush señaló que "el proyecto presentado a la Cámara de Representantes compromete 700.000 millones de dólares de los contribuyentes. Pero la caída de la bolsa ayer representó una pérdida de un billón de dólares".

Según su apreciación, "la Comisión bipartidaria de Presupuesto dice que a la larga esto hubiera sido menos porque el gobierno hubiera comprado esos activos. El dinero de los contribuyentes lo vamos a recuperar".

"Todos queremos que la situación sea diferente, pero ante la opción de acción o penuria económica, el Congreso debe actuar", enfatizó.

Y agregó: "El gobierno seguirá trabajando con líderes de ambos partidos para ver cómo podemos hacer proceder la legislación, ya que la economía, el gobierno, dependen de que enfrentemos cuanto antes el problema. Cuanto antes lo enfrentemos, antes podremos recomponer la generación de empleo".