"Los argumentos utilizados por los analistas de Standard & Poor's para bajar la calificación de Argentina son insostenibles", dijo una alta fuente del Palacio de Hacienda.

Desde el Ministerio de Economía consideraron que las razones sobre los cuales descansa esta baja en la calificación "son política y financieramente erróneas, desconociendo la real situación social, económica y financiera" del país.

Destacaron que la economía viene creciendo a una tasa del 8,0 por ciento anual, que el sector financiero "carece de problemas de solvencia y rentabilidad" mientras que "presenta una baja exposición al exterior y al riesgo cambiario".

El funcionario destacó también la firmeza de los superávit, tanto comercial como fiscal, y que si los ingresos por retenciones comienzan a bajar, también se reducirán las compensaciones que recibe el sector.

Todo esto, y la baja exposición de su deuda, hace que "Argentina pueda sobrellevar los desafíos que le presenta la coyuntura internacional", remarcó la fuente.

El funcionario cargo también sobre la credibilidad de Standard & Poor's, la cual -dijo- "quedó herida de muerte luego de no haber visto en absoluto el grave riesgo de las hipotecas" subprime en Estados Unidos y la caída de Lehman Brothers.

"Con qué autoridad pueden sugerir que está bien o mal Argentina cuando premiaron con sus mejores notas a activos que luego se revelaron tóxicos y que desataron una crisis financiera a nivel global?", se preguntó.

Standard & Poor's bajó hoy la calificación de la deuda Argentina, aduciendo crecientes preocupaciones por el deterioro del contexto político y de las cuentas fiscales.

La calificadora internacional bajó la nota argentina en moneda extranjera de B a B- y la local de B a C, aunque mantuvo en 'estable' la perspectiva.

"Esperamos que el PIB de Argentina se desacelere fuertemente en el 2009 desde un estimado del 6 por ciento previsto para el 2008 debido a los shocks negativos externos y domésticos", dijo en un comunicado David Beers, analista de crédito de S&P.

También aseguró que en el frente externo, "el debilitamiento de la economía global afectará negativamente los precios de las materias primas agrícolas, cuyas exportaciones contribuyen a la solidez de las cuentas fiscales y externas".

Otros de los argumentos esgrimidos por la calificadora para reducir la nota fue "la sorpresiva iniciativa de transferir nuevamente al Estado el sistema privado de pensiones".