Fuentes judiciales y policiales informaron que por el crimen del policía Leonardo Melliza, de 27 años, quien cumplía su primer día de trabajo en la Departamental San Martín, hay cuatro detenidos, uno de ellos menor de edad y al menos dos con antecedentes.

Melliza es el segundo policía bonaerense asesinado en una semana, luego de que el martes último fuera atacado en San Isidro Aldo Garrido, y el hecho se produjo a horas de la renuncia como jefe de la fuerza de Daniel salcedo y la asunción del superintendente Juan Carlos Paggi, quien esta mañana se mostró consternado por lo sucedido.

Los voceros dijeron que el episodio se inició a las 3.45 cuando la policía recibió un llamado al 911 de vecinos que alertaban sobre la existencia de personas armadas en la esquina de Constituyentes y Rivadavia, de Villa Maipú.

Primero llegó un móvil policial que fue atacado a tiros por seis sospechosos y, a los pocos minutos, otra patrulla con otros dos efectivos que acudieron en apoyo.

Fue así que se generó un tiroteo entre policías -entre ellos Melliza- y delincuentes, quienes se refugiaron en la villa de emergencia conocida como Rivadavia, a la que los efectivos decidieron ingresar a buscarlos.

Según explicó a la prensa el superintendente de la policía de zona norte, Salvador Baratta, cuando Melliza y los demás efectivos llegaron a la puerta de la casa donde se refugiaron los asaltantes, fueron nuevamente atacados a tiros.

Uno de los impactos dio en el abdomen del efectivo, quien cayó gravemente herido y fue retirado del lugar por sus compañeros, que lo trasladaron a un hospital, donde horas más tarde murió.

Melliza era padre de un niño de 7 años, que en días comenzará la escuela primaria y cumplía su primer día de trabajo en la Departamental San Martín, según contó su suegro entre lágrimas en la puerta de la seccional de Villa Maipú.

"Era un pan de dios, como un chico, es terrible, acá no se puede vivir más", expresó el hombre.

Baratta, por su parte, dijo que tras el ataque fueron detenidas cuatro personas que se hallaban en el interior de la casa de la que salieron los disparos.

Fuentes judiciales por su parte explicaron que tres de los detenidos quedaron acusados en la causa por el fiscal 7 de San Martín, entre ellos un menor de edad.

Tras el hecho, la policía debió salir rápidamente del asentamiento, ya que la gente del lugar comenzó a agredirla.

Al respecto, Baratta explicó que por tal motivo el personal no llegó a secuestrar armas, aunque aseguró estar convencido de que los detenidos son quienes participaron del hecho.

"Yo tengo tres oficiales que estuvieron cara a cara con los delincuentes y que, junto con Melliza, son cuatro servidores públicos que dieron la vida", expresó el jefe policial, quien visiblemente molesto por lo ocurrido calificó a los agresores como "malditos delincuentes".