Lun 09.03.2009

17:58  › EE.UU. Y COREA DEL SUR INICIARON EJERCICIOS MILITARES CONJUNTOS

Pyongyang lanzó una amenaza de guerra

Corea del Norte puso en "alerta total" a su ejército y amenazó con una "guerra" contra cualquiera que intente frustrar la puesta en órbita de un satélite que según países regionales será en realidad un ensayo misilístico.

La amenaza norcoreana, la última de una reciente serie de advertencias del régimen comunista, coincidió con el inicio de ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur que Corea del Norte ve como aprestos para una invasión.

Al mismo tiempo, Corea del Norte interrumpió toda comunicación con el Sur, en una medida que provocó una clausura total de la frontera común e impidió al acceso de cientos de surcoreanos que trabajan en una zona industrial intercoreana.

"Todos nuestros soldados están en estado de alerta total. El personal militar tiene orden de estar listo para el combate", dijo la Comandancia Suprema del Ejército del Pueblo norcoreano en un comunicado difundido por la agencia de noticias oficial KCNA.

El comunicado advirtió que las fuerzas armadas de Pyongyang lanzarán una respuesta "sin piedad si se verifica una invasión en el territorio o el espacio aéreo de la República Democrática Popular de Corea (Corea del Norte), aunque sea de un centímetro".

El ejercicio militar en Corea del Sur, que se lleva a cabo anualmente, durará hasta el 20 de marzo e incluye la movilización de unos 36 mil soldados estadounidenses y surcoreanos, además de la utilización de la Fuerza Aérea y la Armada.

En los últimos días, Pyongyang fustigó los ejercicios, a los que calificó como una "provocación a la guerra", y llegó incluso a amenazar con derribar aviones de pasajeros surcoreanos que vuelen cerca de su espacio aéreo durante las maniobras militares.

Analistas dicen que el gobierno norcoreano intenta llamar la atención de la nueva administración estadounidense justo cuando el presidente Barack Obama delinea su política hacia Corea del Norte.

Pyongyang señaló además que seguirá adelante con sus planes de poner en órbita un satélite de comunicaciones con un lanzamiento que países vecinos creen que será una pantalla para encubrir el ensayo de un misil de largo alcance capaz de llegar a Alaska. Funcionarios estadounidenses y japoneses dijeron que no

descartaban derribar un misil norcoreano si fuera necesario, algo que enfureció a Corea del Norte.

"Derribar nuestro satélite de fines pacíficos significará exactamente una guerra", dijo la Comandancia Suprema norcoreana en otro comunicado difundido por KCNA.

Cualquier intento de interceptar el satélite acarreará "una justa operación de represalia no sólo contra todos los medios interceptores involucrados sino también contra los bastiones" de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, agregó el parte castrense.

El enviado de Obama para Corea del Norte, Stephen Bosworth, urgió nuevamente a Pyongyang a no disparar ningún misil, algo que según dijo será una decisión "extremadamente desaconsejable".

"Que lo describan como lanzamiento de satélite o como algo distinto no tiene ninguna diferencia", ya que ambas casos violarán la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que prohibió a Corea del Norte cualquier actividad misilística, dijo Bosworth.

Analistas dicen que el lanzamiento del satélite o del misil podría ocurrir a fin del corriente mes o principios del próximo cuando el nuevo Congreso norcoreano, electo el domingo, celebre su primera sesión y confirme a Kim Jong Il como presidente del país.

Los lazos entre las dos Coreas se deterioraron drásticamente desde la asunción del presidente surcoreano, Lee Myung-bak, quien llegó al poder el año pasado e interrumpió el envío de asistencia a su empobrecido vecino del Norte hasta que cumpla con su promesa internacional de desmantelar su programa nuclear militar.

En represalia, Corea del Norte suspendió su proceso de reconciliación con el Sur y una serie de proyectos conjuntos. La decisión de hoy de cortar todo contacto durante los 12 días de ejercicios militares deja a ambos países sin ningún medio de comunicación.

Unas 700 trabajadores surcoreanos que trabajan en la zona económica especial de la ciudad limítrofe de Kaesong se vieron impedidos de cruzar la frontera. Otros 570 que se hallaban en Kaesong quedaron varados sin poder regresar, pero estaban "bien y seguros", dijo el Ministerio de Unificación surcoreano.

Las dos Corea permanecen técnicamente en estado de guerra desde 1953, cuando su conflicto de tres años terminó con un armisticio y no con un tratado de paz. Cientos de miles de soldados de ambos países están desplegados a ambos lados de su frontera, la más militarizada del mundo.

Desde el final de la guerra, Estados Unidos tiene a 28.500 soldados en forma permanente en Corea del Sur.

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