El juez federal de San Martín, Juan Manuel Yalj, elevó hoy a juicio la causa en la que Patti, Bignone y Riveros están procesados por los delitos privación ilegal de la libertad doblemente agravada y aplicación de tormentos y homicidio agravado por alevosía en perjuicio de un grupo de ex dirigentes del peronismo, entre ellos el ex diputado nacional Diego Muniz Barreto.

El magistrado también envió a juicio a Eduardo Espósito, y a Juan Fernando Meneghini, ex comisario de Escobar, donde revistaba Patti.

El fiscal federal, Jorge Sica, había solicitado a fines de marzo la elevación a juicio de todos los acusados por el secuestro y desaparición de Muniz Barreto, Gastón Gonçalvez, Carlos Souto, Juan José Fernández y Guillermo D'Amico, ocurridos entre marzo de 1976 y febrero de 1977 en la zona del Primer Cuerpo de Ejército.

Los abogados de Patti, Silvio Duarte y Alfredo Bisordi -quien renunció recientemente a la Cámara de Casación para eludir el juicio político-, habían solicitado el sobreseimiento del ex subcomisario, 49 medidas de prueba y el apartamiento de algunos querellantes, pedidos que fueron rechazados por el juez.

El ex diputado Muñiz Barreto fue secuestrado junto con su secretario en la localidad bonaerense de Ramallo y fueron trasladados a la Unidad Regional de Tigre, para luego quedar alojados en el centro clandestino de detención que funcionaba en Campo de Mayo.

Muñiz Barreto apareció muerto el 6 de marzo en la localidad entrerriana de Raíces Oeste dentro de su auto, un Fiat 128. Su secretario logró sobrevivir y dar testimonio de los hechos, antes de exiliarse en España.

Gonçalves fue secuestrado el 24 de marzo de 1976 y pasó por la comisaría de Escobar; Souto fue secuestrado en agosto de 1976 en la localidad de Garín.

Cuando se produjeron los secuestros, Patti -preso en la cárcel federal de Marcos Paz desde abril del año pasado, luego de que la Cámara de Diputados aprobara su desafuero- se desempeñaba como oficial subinspector en la comisaría de Escobar.

Por su parte, Riveros estaba a cargo del Comando del Cuarto Cuerpo de Ejército que tenía jurisdicción en la zona donde se cometieron los secuestros. Indultado por el ex presidente Carlos Menem, goza de prisión domiciliaria y a partir del próximo lunes comenzará a ser juzgado por la desaparición de Floreal Avellaneda, un joven de 15 años, por el secuestro de su madre y las torturas aplicadas a ambos en una comisaría de Villa Martelli.

Bignone, el último presidente de la dictadura militar, fue jefe del Estado Mayor del Comando de Institutos Militares, con jurisdicción en Campo de Mayo, entre 1976 y 1977. Y Espósito era el jefe del área 410 del Cuarto Cuerpo de Ejército.