El fiscal criticó la tarea desarrollada durante la etapa sumarial a cargo del juez de instrucción porteño, Federico Salvó, y consideró que la deficiente instrucción impidió el esclarecimiento de los hechos. "Es la primera vez que me escuchan", había dicho esta mañana el acusado en sus "últimas palabras" ante el tribunal integrado por los jueces, Alberto Huarte Petite, Luis Salas y Martín Vázquez Acuña, dijeron los informantes.

Tras conocerse el fallo absolutorio, Fernando Soto, defensor de Gómez y abogado de familiares de víctimas de la tragedia de Cromañon, adelantó a la prensa que presentará una demanda multimillonaria contra el Estado.

Gómez llegó al debate imputado de la "tentativa de abuso sexual" en perjuicio de una adolescente de 18 años, cometida el 21 de enero de 2007, en Lacarra al 200, de Flores, en la zona oeste porteña.

Según constancias del sumario, el abuso no se concretó porque una vecina, alarmada por los gritos de la víctima, llamó a la policía. Cuando la víctima declaró ante el TOC 1, dijo a los jueces que su agresor le tapaba la boca y le pegaba, mientras intentaba bajarle los pantalones.

La muchacha no pudo identificar a su agresor porque lo tuvo siempre a sus espaldas y cuando se le preguntó si el detenido era quien intento abusar de ella, contestó que no podía asegurarlo. Los policiales que participaron del operativo, el subinspector Jorge Rojas y el cabo Luciano Barrios, tampoco brindaron precisiones, ya que durante el juicio muchas de sus respuestas consistieron en un "no me acuerdo".

Por su parte, al momento de ser indagado Gómez, padre de un niño de nueve años, negó haber protagonizado los hechos que se le atribuyeron. A pesar de lo cual el juez de instrucción porteño Federico Salvó le dictó en ese momento prisión preventiva.