Consideró que comparar los números "de una Argentina en un mundo con la crisis que se vive, contra el del año pasado que fue récord, no tiene nada de ingenuo, sino que tiene la intencionalidad de pretender mostrar algo que no es".

Ayer, el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, anunció que el superávit fiscal primario de las cuentas públicas, sin computar privatizaciones, fue en mayo de 914,4 millones de pesos, casi un 85 por ciento menos que el registrado el mismo mes del año pasado, cuando había alcanzado los 6026,3 millones de pesos.

La Presidenta, al encabezar un acto de entrega de créditos en el Banco Hipotecario, explicó que "gran parte de ese superávit fiscal se está transfiriendo a obras públicas y en ayuda a las empresas para que no se despida gente".

En ese sentido, insistió en que el Gobierno ha "podido sostener el nivel de empleo en un mundo que se derrumba", con "despidos masivos" a causa de la crisis financiera.

Así, aseguró que "no hay una disminución del superávit fiscal caprichosamente por mala administración", sino que puntualizó que tiene que ver con el rol que los recursos del Estado tienen que cumplir a la hora de una crisis global sin precedentes".

Según el informe oficial, el superávit primario acumulado durante los cinco primeros meses del año fue de 6258,7 millones de pesos, casi lo mismo que lo obtenido solamente en mayo de 2008.

El resultado financiero de las cuentas del sector público -producto de descontar del superávit primario los pagos al exterior- fue positivo de 669 millones de pesos.

El superávit primario surge de la diferencia de entre los 24.434,5 millones de pesos obtenidos por ingresos menos los 23.519,5 millones de gastos, a lo cual deben descontarse 600 mil pesos producto de privatizaciones.

Pezoa hizo referencia "al contexto internacional desfavorable" producto de la crisis económica mundial y destacó la intención del Gobierno de profundizar "el sostenimiento de la producción y el empleo".