El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, aseguró hoy al término de un encuentro con el mandatario costarricense Oscar Arias, que las elecciones generales de Honduras, previstas para el 29 de noviembre, se llevarán a cabo de manera "transparente y segura".

"El proceso electoral hondureño, que está en curso desde el mes de mayo será respetado", dijo Micheletti quien anunció su regreso inmediato a Tegucigalpa sin reunirse en San José con el presidente depuesto Manuel Zelaya. "Estas elecciones fortalecerán nuestro sistema electoral", aseguró.

Micheletti se reunió con Arias durante más de tres horas este jueves, poco después de que el mandatario costarricense lo hubiera hecho con Zelaya.

Pese a su rápido regreso a Honduras, el presidente de facto no cerró la puerta al diálogo al anunciar que en San José queda una "comisión de trabajo" que lo representará en las conversaciones, integrada por Arturo Morales, Mauricio Villeda, Carlos López Contreras, Vilma Cecilia Morales.

El presidente de Costa Rica, Oscar Arias, conversó este mediodía durante más de una hora con el desplazado mandatario constitucional de Honduras, Manuel Zelaya.

La reunión entre Arias y Zelaya fue la primera del proceso de mediación que busca hallar una solución a la crisis política de Honduras y que, según anticipó el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, no durará más de 48 horas.

En el encuentro, que duró más del doble de lo previsto, Arias y Zelaya conversaron sobre la agenda y la metodología de este proceso de diálogo que tiene el propósito de generar una conversación entre el presidente constitucional depuesto y su reemplazante de facto, informó la agencia noticiosa alemana DPA.

Desde su llegada a San José, Micheletti permaneció en el aeropuerto Juan Santamaría y sólo lo abandonó una vez que se enteró de que la primera conversación entre Arias y Zelaya había terminado.

Arias estaba acompañado por cuatro de sus ministros y por su amigo personal John Biehl. Es abogado y diplomático chileno que en los años 80 asesoró a Arias para el plan de paz en Centroamérica por el que el mandatario costarricense ganó el Premio Nobel de la Paz y que a fines de los 90 fue secretario general de la Presidencia de su país, durante el mandato de Eduardo Frei.