"Somos muy optimista y es un paso adelante", resumió Macri, en torno al balance que realizó Unión-PRO sobre las dos conversaciones que mantuvieron con el gobierno, la primera en la que participó el jefe de Gobierno de la Ciudad y la segunda, con legisladores del sector.

Con la ausencia de Felipe Solá y Gabriela Michetti, los dirigentes del Unión-PRO se mostraron juntos y así intentaron diferenciarse de la dura crisis que se generó en el Acuerdo Cívico y Social a raíz del diálogo a opositores convocado por el gobierno nacional.

"Nosotros estamos juntos y unidos y los otros se están matando", contó un diputado macrista, en alusión a la negativa de Elisa Carrió de ir a hablar con el oficialismo, lo que generó una fuerte crisis en ese sector, que integran además el GEN de Margarita Stolbizer y la UCR de Gerardo Morales.

Fuera de la conferencia de prensa que brindaron allí, se admitió que "el éxito del diálogo es responsabilidad del gobierno y de la oposición".

Consultados sobre el impacto negativo que tendría sobre el presupuesto del Estado una posible eliminación de todas las retenciones, como pide el campo, Macri respondió: "El campo no va a pedir un disparate que comprometa las finanzas del Estado".

De Narváez, por su parte, aseguró: "Nadie está haciendo una propuesta para desfinanciar al Estado, porque hay que buscar un equilibrio y así también poder desarrollar el sistema productivo".

Para Macri, "hay que parar la conflictividad con el campo, porque hay un espacio para debatir cuándo y en qué tiempo se pueden bajar las retenciones".

Luego, tanto De Narváez como Macri ratificaron los puntos que el sector impulsa para debatir como es la reforma del Indec, el combate a la pobreza, cambios en el Consejo de la Magistratura y la eliminación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en los productos alimenticios de la canasta básica.