En un escrito donde analizó los resultados de la Cumbre Extraordinaria de la Unión Suramericana de Naciones (UNASUR) celebrada en Bariloche, Chávez destacó el hecho "absolutamente relevante" de que por primera vez se haya discutido "en forma pública, de cara a nuestros pueblos" en una Cumbre de presidentes y jefes de Estado la presencia de bases militares extranjeras en la región.

En ese sentido, afirmó que el encuentro desarrollado en Bariloche con la presencia de los 12 mandatarios del organismo sudamericano puso fin al "tiempo de las agendas ocultas y de los acuerdos por debajo de la mesa".

En su escrito difundido a través de la embajada de Venezuela, titulado: "¡Bariloche: Buen Boche!" el mandatario bolivariano consideró además que si bien la discusión fue "franca y cruda", la Cumbre de Bariloche -convocada especialmente para tratar el acuerdo firmado entre Bogotá y Washington sobre la instalación de tropas norteamericanas en siete bases militares colombianas-, "logró salvaguardar la unidad suramericana".

Y agregó que "fracasa y fracasará cualquier intento exógeno por dividir a la Unasur", porque "Unasur, más que un proyecto de simples alianzas coyunturales es una urgencia suprema que se impone a los pueblos que compartimos una historia, una memoria y una esperanza".

Sin embargo, afirmó que "preocupa la retórica del presidente (de Colombia Álvaro) Uribe y su apelación permanente al leguleyismo: al empleo, no menos permanente, de sofismas", al tiempo que advirtió que "el problema es que Colombia no va a poder ofrecer garantías de seguridad a nadie, una vez instaladas las siete bases".

"Al establecerse (las tropas norteamericanas) en territorio colombiano, allí van a quedarse quién sabe por cuánto tiempo. Y, por consiguiente, la paz en la región suramericana está y estará perpetuamente amenazada", sostuvo.

Al respecto, el jede de Estado añadió que "lo que queremos -una convicción compartida mayoritariamente en Bariloche- es consolidar a la América del Sur como una zona de paz. Lo que queremos es hacer imposible la guerra".

En ese marco, destacó como "fundamental" que en el documento final de la Cumbre Extraordinaria de la UNASUR "quedó establecida una posición principista en su tercer punto: Reafirmar que la presencia de fuerzas militares extranjeras no puede, con sus medios y recursos vinculados a objetivos propios, amenazar la soberanía e integridad de cualquier nación sudamericana y en consecuencia la paz y seguridad de la región".

"Aquí, de hecho y de derecho, se está fijando una doctrina de defensa que nadie puede desconocer. Y estaremos vigilantes en relación con su riguroso y estricto cumplimiento, completó.

En otro tramo de su escrito, consideró como un "primer y fundamental paso" que el Consejo Suramericano de Defensa "comience a actuar efectivamente: con una visión de paridad, de equilibrio, de simetría" en la "revisión del acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos, ratificado el pasado 19 de agosto".

Chávez se refirió también al golpe de Estado en Honduras que derrocó al presidente constitucional Manuel Zelaya el pasado 28 de junio.

En ese sentido, dijo que "preocupa que la situación hondureña comience a enfriarse internacionalmente" y que "disminuya la presión (internacional) sobre el gorilato".

"Hoy sabemos que el zarpazo fue ejecutado en connivencia abierta con la base militar de Palmerola: ¿si no cómo se explica que el avión que sacaba al presidente Zelaya aterrizara primero en ese enclave gringo?", se preguntó.

"Lo acontecido en Honduras fue un primer ensayo dentro de una escalada militar imperial cuya continuidad se incrementa y potencia con las nuevas bases militares yanquis en territorio colombiano", concluyó.