La polémica presencia del diplomático bloqueó durante más de cinco horas las labores del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que abría su sesión hoy.

No pudo haber debates por la mañana y al reanudarse la sesión por la tarde quedaron nuevamente bloqueados durante más de dos horas debido a las intensas consultas sobre la petición de expulsión presentada por el grupo de los países de América Latina y el Caribe.

Finalmente, tras la intervención de los embajadores de Brasil, Argentina, México y Cuba, el presidente del Consejo de Derechos Humanos, el embajador de Bélgica Alex Van Meeuwen, negó la palabra al diplomático hondureño y acabó pidiéndole que saliera de la sala.

"Nuestra posición es que el embajador Urbizo no participe en las sesiones del Consejo y queremos que se retire de la sala", había declarado a la AFP el embajador de Venezuela en Ginebra, Germán Mundarain Hernández.

"Mi gobierno no reconoce ninguna representación diplomática del gobierno de facto encabezado por Micheletti", manifestó Homero Hernández, embajador en Ginebra de la República Dominicana, refiriéndose al presidente de facto hondureño, Roberto Micheletti.

Delmer Urbizo se defendía: "Yo represento a mi país y a mi pueblo y no hay razón para que no participe en los trabajos del Consejo".