En la ceremonia, realizada en el estadio Obras Sanitarias, en el barrio de Núñez, Solá afirmó que con el kirchnerismo en el poder, "la mentira, el apremio (a los gobernadores) y la degradación de la política son moneda corriente".

El ex gobernador bonaerense criticó también la media sanción que otorgó esta semana la Cámara de Diputados a la Ley de Presupuesto, al sostener que, tal como está redactada, "condena a 12 provincias a no poder cerrar sus cuentas".

"Una buena parte del Congreso se vende por migajas. Han votado un Presupuesto que condena a 12 provincias a no cerrar sus cuentas. Votaron endeudarse más. ¿Dónde están las pelotas de los gobernadores para defender a sus provincias?", fustigó.

Luego de reclamar de manera insistente a los presentes que bajen sus banderas y dejen de tocar los bombos ("muestren que son peronistas, dejemos el egoísmo para los demás", les dijo), Solá explicó que el acto se realizó bajo la consigna "Somos una Argentina unitaria, queremos ser una Argentina federal" debido a que "de seguir por este camino por el que nos lleva el gobierno, las provincias serán meras sucursales" del poder central.

"¿Qué sería de nuestro país si no fuera por las provincias que lo preexistieron? La Nación es una abstracción, que no tiene territorio ni pueblo. Las provincias sí", comparó Solá, que pidió el "fin de la dictadura de la caja y de la opresión".

"Queremos que nuestros gobernadores e intendentes, sean del palo que sean, puedan hacer planes y programas sin los cuales la Argentina", remarcó.

Y, en ese sentido, señaló que "hoy les dicen (desde Buenos Aires) dónde hay que hacer una escuela, qué empresa la va a hacer, dónde hacer asfalto, agua y cloacas, o no. Los ilusionan desde Buenos Aires, mientras Canal 7 no dice nada de las decenas y centenares que no se han hecho, y en cambio se lo utiliza para degradar con anónimos a periodistas".

En igual sentido, sostuvo que desde la fracción del justicialismo se busca reconstruir un "peronismo que fue fuertísimo en las provincias, que fue feliz en las provincias".

"Estamos cansados de la centralización y de que no se tengan en cuenta los criterios de los intendentes y gobernadores para determinar cómo se gobierna la Nación", aseveró.

Asimismo, sostuvo que "los iluminados (en Balcarce 50) no consultan a nadie y están creando más bronca y pobreza".

"Vamos camino a perder la fuerza de las provincias, pero hay acá una clara excepción a esa situación de sometimiento, que es (el mandatario de San Luis) Alberto Rodríguez Saá, que, junto a su hermano (y predecesor) Adolfo han construido una buena provincia", comparó.

Desde el gobierno "hay una diatriba permanente para atacar al interior agropecuario, y por eso perdieron el 28 de junio. Ese día, el mandato fue que debemos tener agallas, rigor para enfrentar y parar lo que se está construyendo", añadió.

Las últimas palabras de Solá fueron a favor de "la unidad", tanto del peronismo disidente como del arco opositor al kirchnerismo, para "para defender (en el Congreso) una ley para los pibes pobres", pero también "para que haya más seguridad, para que los hospitales puedan atender a la gente".

"Busquemos la unidad, como quería Juan Perón", concluyó Solá, que recibió, entonces, el abrazo de Alberto Rodríguez Saá.