"No creemos que sea necesario", dijo un portavoz de Gordon Brown en respuesta a las declaraciones de la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, que ayer dijo en Buenos Aires que su país "quería alentar a los dos países a sentarse" a hablar.

"Acogemos con agrado el apoyo de la secretaria de Estado en cuanto a asegurar que seguimos manteniendo los canales diplomáticos abiertos pero no hay necesidad" de una participación directa, agregó el portavoz del jefe del gobierno británico a la prensa.

Para el ministerio de Relaciones Exteriores, la cuestión clave es la "autodeterminación" de los 3000 habitantes de las Malvinas, que los británicos conocen como Falklands.

"La cuestión no es la falta de mediador: se aplica el principio de autodeterminación, los habitantes de las islas quieren seguir siendo británicos, por lo que no podemos negociar legítimamente sobre soberanía", señaló por su parte un portavoz del Foreign Office.

Durante una visita a Buenos Aires en el marco de una gira latinoamericana, Clinton dijo el lunes que los dos países se sentaran a hablar de las Malvinas.

"Nos gustaría que Argentina y el Reino Unido se sentaran y resolvieran los temas entre ellos de una manera pacífica y productiva", dijo Clinton el lunes en una rueda de prensa refiriéndose al aumento de la tensión entre ambos países "Queremos alentar a ambos países a que se sienten pero no podemos obligarlos a que lo hagan", agregó posteriormente.

La tensión entre Buenos Aires y Londres aumentó tras el anuncio del inicio de la prospección petrolera por parte de una empresa británica en la cuenca de las Malvinas, un archipiélago de soberanía británica que Argentina reclama.

En 1982 los dos países libraron una guerra por las islas ocupadas por los británicos desde 1833 que terminó con la derrota de las tropas de la última dictadura argentina.