Nisman afirmó desde Lyon, donde se llevó adelante una reunión entre el fiscal argentino, funcionarios de INTERPOL y una delegación iraní encabezada por su ex encargado de negocios en Buenos Aires, Mohsen Baharvand, con el objetivo de negociar la posibilidad de celebrar un juicio por el atentado a la AMIA en un tercer país.

En la reunión, desarrollada en la sede de INTERPOL, Nisman sostuvo que la Argentina "es partidaria de realizar el juicio en nuestro país, de acuerdo al principio de territorialidad de la ley", y que descartaba todas y cada una de las objeciones que los iraníes efectuaban a la justicia nacional porque se han recabado "acabadas muestras de autodepuración cuando se comprobaron, por ejemplo, los delitos cometidos por el ex juez Galeano".

Sin perjuicio de ello, y en virtud de la reiterada negativa iraní de entregar a los acusados, el fiscal sostuvo "que Argentina estaba dispuesta, bajo ciertas condiciones, a evaluar la alternativa de un tercer país".

Nisman explicó que Moshen Baharvand expresó "la intención de Teherán iniciar un proceso de colaboración, pero nunca identificó y que consideró prematuro hablar de un juicio". Según el fiscal, "esta manifestación sorprendió a las mismas autoridades de Interpol".

"Por mi parte, afirmó, recordé las negativas iraníes a cada uno de los requerimientos argentinos, y pregunté en qué consistía la cooperación ofrecida". Respecto a la posición de las autoridades de INTERPOL, Nisman expresó que "exigieron que se estableciera un cronograma para que Irán respondiera los exhortos pendientes y luego se avanzara en un juicio, pero Baharvand se opuso de manera sistemática".

Ante la imposibilidad de lograr un acuerdo entre las delegaciones, el Secretario General, Ronald Noble, aceptó un nuevo pedido de Nisman de intensificar los medios de búsqueda de los sospechosos, ya que según el fiscal argentino la situación "se estaba volviendo insostenible".

Producto de haber llegado a una vía muerta en el encuentro, luego de cuatro horas, Nisman informó que "no hay segunda reunión y mañana mismo viajo para la Argentina".

El fiscal que investiga el atentado a la AMIA, perpetrado el 18 de julio de 1994, estuvo acompañado por Guillermo González, como representante de la Cancillería, y el jefe de INTERPOL Argentina, Mario Bourbotte.