En ese período se produjo un incremento de los productos armamentísticos del 22 por ciento en relación a las realizadas entre 2000 y 2004.

La cifra de negocio de las exportaciones de armas de Estados Unidos fue del 30 por ciento en ese periodo, durante el que suministró armas a unos 100 países, entre ellos socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Los aviones de combate y "armas y componentes asociados" constituyeron aproximadamente la mitad de las ventas de armas estadounidenses, aseguró el SIPRI.

La cifra de negocio de Rusia representó alrededor de una cuarta parte del total de las ventas globales. Fue el principal proveedor de China y la India, las dos mayores naciones importadoras del mundo durante ese periodo.

Otros de los principales mercados de exportación de Rusia fueron Argelia y Malaisia, que adquirieron cazabombarderos. Los cazas constituyeron en torno a una cuarta parte de los productos armamentísticos comercializados, según el SIPRI, que agregó que "los pedidos y las entregas de estos sistemas potencialmente desestabilizadores han generado preocupación respecto a una carrera armamentística", en Cercano Oriente, el Norte de África y Sudamérica.

El tercer mayor exportador de armas fue Alemania, que acumuló un 11 por ciento del total de ventas. Su cuota de mercado se vio favorecida por la venta de vehículos blindados.

Francia ocupó el cuarto puesto, con una cuota de mercado del 8,0 por ciento, gracias a la venta de cazabombarderos, fragatas y helicópteros, mientras que el Reino Unido se hizo con un 4,0 por ciento del total de ventas, entre las que figuran también sus aviones de entrenamiento del tipo Hawk, utilizados en la India, señaló el SIPRI. Corea del Sur, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Grecia, importantes compradores de cazabombarderos, fueron los cinco mayores importadores de sistemas de armas convencionales.