Los obispos que esta tarde se reunieron con la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, se retiraron de la casa de gobierno "muy satisfechos", según indicó a la prensa tras el encuentro, el vocero del episcopado, Jorge Oesterheld. "Fue una reunión larga, en la que se habló en general de la situación del país y sobre el documento de los obispos y la necesidad de ir generando una convivencia cada vez más armónica para celebrar el Bicentenario con mucha serenidad", relató Oesterheld.

El vocero del episcopado señaló que "no hubo ningún pedido de parte de la Iglesia: la idea era sólo presentar la declaración", que dio a conocer la curia bajo el título "La Patria es un don; la Nación, una tarea" expresando preocupación por un estado de "confrontación permanente" y demandando a la dirigencia "diálogo y actitudes de grandeza".

La reunión entre la presidenta, el cardenal Jorge Bergoglio y los arzobispos José María Arancedo y Luis Villalba, se extendió a los largo de una hora y quince minutos y allí los obispos recalcaron "la importancia de celebrar el bicentenario en una convivencia armónica", precisó el vocero.

Oesterheld se excusó ante los periodistas de dar mayores precisiones ya que debían irse al Senado, para el encuentro programado con el vicepresidente Julio Cobos.

Del encuentro participaron el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; los ministros del Interior, Florencio Randazzo; y de Relaciones Exteriores, Jorge Taiana; y el secretario de Culto, Guillermo Oliveri.