Los médicos enrolados en la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud (ex CICOP) junto a los trabajadores nucleados en Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), comenzaron la huelga en demanda de "una oferta salarial razonable para los trabajadores del sector".

A raíz de la medida de fuerza, en los 77 hospitales públicos de la provincia sólo atenderán las guardias mínimas y a los pacientes internados, dejando sin servicio las cirugías programadas y la atención en consultorios externos.

La movilización se realizó en la Casa de la Provincia de Buenos Aires, ubicada en Callao 237, y luego se trasladó a la Avenida de Mayo frente a la Jefatura de Gobieno porteña.

El gremio resolvió el paro tras rechazar la oferta realizada por parte del Gobierno que ofreció un incremento del orden del 19 por ciento en dos tramos, pagaderos a partir de marzo y julio.

Los profesionales de la salud mantienen su reclamo de un 30 por ciento de aumento del salario de bolsillo para que el profesional ingresante de 36 horas equipare su salario al costo de la canasta familiar, en un solo tramo al 1 de marzo.

Además, la ex CICOP exige el cumplimiento de los acuerdos paritarios firmados en el 2009, "referido al pase a planta permanente de los becarios donde el retraso del gobierno involucra a 537 profesionales", señalaron desde el sector sindical.

A última hora de ayer la Provincia presentó una propuesta salarial mejorada y desde la ex CICOP se informó que se contestará la semana próxima si se acepta, aunque se ratificó el paro de hoy.

El ministro de Trabajo bonaerense, Oscar Cuartango, reconoció la "legitimidad" del reclamo salarial de los profesionales de la salud, pero aseguró que "no hay posibilidades reales de satisfacer" la demanda que involucra una suba del orden del 30 por ciento.

"No cabe ninguna duda de la legitimidad de las aspiraciones de una mejor remuneración", admitió el funcionario en declaraciones a Radio Provincia, aunque expresó que "la realidad (económica) nos impone límites", por lo que reclamó "prudencia y mesura".

Cuartango explicó que existe una "imposibilidad material de darle plena satisfacción a esa legítimo reclamo y entonces hay que buscar un punto de equilibrio entre lo deseable y lo posible".