"Jamás tuve ni siquiera del lado venezolano y tampoco del argentino pedidos de coimas", aseguró Draletti, mientras que Cabana dijo sentirse "totalmente sorprendido" por las declaraciones de Sadous.

Cabana, quien administra un campo en la ciudad bonaerense de Tandil, negó la información de que iba a concretar la venta a Venezuela de mil vaquillonas y que esa supuesta operación había sido anulada por el ex secretario de Agricultura Javier de Urquiza.

"Me sorprendió lo que estoy leyendo en los diarios. Nunca hable con Sadous, no lo conozco. En ningún momento me pidieron coimas. Se iba a realizar una operación normal de vender no más de 50 vaquillonas a Venezuela, se pactó un precio, pero después el negocio no se hizo", manifestó Cabana en diálogo con radio Continental.

El empresario agropecuario detalló: "Era una operación de no más de 50 vaquillonas en 2004, pero no esa cifra de mil animales, y después me avisaron que el negocio se había desecho".

Por su parte, Draletti remarcó que "nadie" intentó sobornarlo para vender animales y genética a Venezuela como declaró en sede judicial el diplomático.

"Jamás hablé con este embajador", comentó Draletti durante un reportaje por Radio 10, y se mostró "indignado" con esta información porque "puede complicar ventas futuras" al exterior.

Sadous declaró ante la Justicia que empresarios nacionales que intentaban hacer negocios con Venezuela le dijeron que debían pagar retornos.

Los empresarios, seǵun denunció Sadous, intentaban conseguir que sus productos se enviaran hacia el país caribeño debido al acuerdo firmado entre Néstor Kirchner y Hugo Chávez para crear un fideicomiso. Según el acuerdo, lo que se le pagaba a Venezuela por la importación de combustible estaba destinado a comprar bienes industriales argentinos.

Sadous declaró como testigo el martes pasado en el juzgado de Julián Ercolini, magistrado que entiende en una denuncia presentada por la Coalición Cívica por el delito de asociación ilícita contra Kirchner y varios funcionarios nacionales.