"Es realmente terrible cómo la Iglesia sufre actualmente por un ataque interno, debido al pecado que existe en el seno de la misma Iglesia", dijo el Papa alemán. Benedicto subrayó asimismo que el perdón no puede reemplazar a la justicia.

Portugal no se vio afectado por las escándalos de abusos sexuales, que sacudieron sobre todo a Alemania e Irlanda. El pontífice fue recibido en el aeropuerto militar Figo Maduro de Lisboa por el primer ministro José Sócrates, el presidente Anibal Cavaco Silva y altos funcionarios de la Iglesia portuguesa.

Cavaco Silva, en su discurso de bienvendida, le pidió al Papa un "mensaje de esperanza", a su juicio "tan necesario en estos tiempos de incertidumbres". En papamóvil, Joseph Ratzinger se dirigió primero a la Nunciatura de Lisboa, donde almorzó y descansó.

Benedicto XVI oficiará por la noche una misa en la Plaza Terreiro do Paço de Lisboa, a orillas del Tajo, y se reunirá con los obispos portugueses.

El jueves, asistirá a los festejos que se celebran cada 13 de mayo en el aniversario de la aparición de la Virgen María, en 1917, en Fátima, a 120 kilómetros al norte de Lisboa, uno de los principales santuarios católicos en Europa, junto con Lourdes en Francia y Santiago de Compostela en España. Al final de su estancia en Portugal visitará la ciudad de Oporto.

Se prevé que la crisis económica y la caída del número de creyentes en Portugal, un país eminentemente católico, ocupen un lugar central en esta decimoquinta visita del Papa alemán al exterior. El jefe de la Iglesia católica tiene programados para este año otros tres viajes internacionales, a Chipre, el Reino Unido y España.