Esteban Simonetta, delegado gremial de MONSA línea 60, dijo que los directivos les impidieron que salieran a trabajar por un conflicto derivado de la posible venta de la compañía. "Un socio de la empresa, de apellido Falcone, habló ante los medios de prensa como si fuera un chofer, pero él es accionista, estuvo falseando la información porque no hubo paro de los colectiveros, sino de los patrones", aseguró.

Explicó que algunos accionistas se oponen a la venta de la empresa al denunciar que puede haber un vaciamiento y una pérdida de los puestos de trabajo. Además, dijo que los accionistas no permitían la salida de las unidades en las cabeceras de Ingeniero Maschwitz y Tigre, mientras que en la terminal porteña de Constitución "salían los coches normalmente".

"Nosotros no tomamos ninguna parte en esta medida, no participamos en nada. Queremos salir a trabajar porque sabemos que este tipo de medidas tiene que ser la última receta que se lleve adelante para hacer un reclamo por el perjuicio que genera", dijo a la prensa un delegado de los choferes luego del encuentro en el que las partes llegaron a un acuerdo para restablecer el servicio.

La protesta se levantó cuando el presidente de la empresa recibió a los manifestantes, alrededor de las 8. La línea 60 tiene unas 380 unidades y transporta a unas 250 mil personas por día.