El periodista reconoce, sin embargo, que su partenaire durante su visita a Cuba, Julia Sweig, matizó la respuesta de Castro. "No estaba rechazando las ideas de la revolución. Lo interpreté como un reconocimiento de que bajo el 'modelo cubano' el Estado tiene un papel demasiado grande en la vida económica del país", explicó Sweig a Goldberg.

A juicio de la especialista del Council on Foreign Relations, la respuesta de Castro se propone "crear el espacio" para que su hermano y actual presidente, Raúl Castro, pueda aplicar las "reformas necesarias, que encontrarán resistencias en los comunistas ortodoxos dentro del partido y de la burocracia estatal".

Goldberg, acompañado por Sweig, viajó a finales de agosto a a la isla, invitado por el propio Fidel, con quien sostuvo largas entrevistas durante tres días. El martes publicó la primera parte de las conversaciones, durante las cuales, Castro rechazó el antisemitismo del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad.