"En ningún caso la renovación responde a algo más que la sencilla necesidad de ir generando tales cambios y promover a sucesivas remesas de oficiales superiores", afirmó el jefe de Estado en un mensaje a la nación.

Con esas expresiones, Lugo se refirió brevemente a la destitución del máximo jefe militar, el general Oscar Velázquez, un día después de renovar la jefatura de las principales fuerzas del país: Ejército, Fuerza Aérea y Armada (Marina).

Velázquez entregará hoy el mando de la comandancia de las Fuerzas Militares al general Benicio Melgarejo, que se desempeñaba como jefe de Gabinete Militar del jefe de Estado, en un acto programado para las 20.00 GMT en una unidad militar de Capiatá, a las fueras de la capital.

El lunes asumieron los nuevos comandantes del Ejército, el general Darío Martín Cáceres; de la Fuerza Aérea, el general Miguel Christ, y de la Armada, contraalmirante Juan Carlos Benítez Fromherz. Asimismo, el general Waldino Acuña Lugo se hizo cargo de la jefatura del Comando Logístico, en reemplazo del general Antenor Saiz Silvera.

"Dentro de las atribuciones propias del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas (...) estamos avanzando en procesos rutinarios de renovación de estas fuerzas", afirmó el gobernante.

La decisión del Ejecutivo paraguayo se produjo casi un mes después del relevo del ministro de Defensa, Luis Bareiro. Con su renuncia, el ex titular de la cartera de Defensa desactivó un proceso de juicio político abierto en el Congreso por mal desempeño de sus funciones. Los parlamentarios habían avanzado contra Bareiro después de que se negara a comparecer por el caso de los tres fusiles robados de la sede del comando del ejército. El ex ministro ya había sido criticado por haber permitido en mayo de 2009 que se realizara un encuentro de jóvenes sudamericanos de izquierda en el comando de ingeniería de las fuerzas armadas. En marzo de este año, la oposición lanzó críticas contra el ex militar por sus dichos contra la embajadora estadounidense en Asunción, a quien había calificado de “primeriza” y la había acusado por injerencia en asuntos internos.