Rasmussen insistió en que "los recortes no pueden ir demasiado lejos", a fin de evitar una situación en la que "Europa no pueda ejercer su peso" en cuestiones de seguridad. El funcionario danés advirtió también que si el Tratado de Lisboa de la UE se debilitara o perdiera vigencia "Estados Unidos podría buscar en otro sitio un nuevo socio en su política de defensa, un precio que no podemos permitirnos". Para compensar el recorte en gastos de defensa que la OTAN espera en muchos de sus miembros, Rasmussen abogó por aumentar la cooperación entre sus integrantes para realizar programas conjuntos y propuso que algunos países asuman tareas específicas ya que "no tiene sentido que todos hagamos lo mismo".

La OTAN celebrará el próximo jueves una reunión inédita de ministros de Defensa y Exteriores para discutir el borrador del nuevo plan estratégico, que se espera aprobar en la cumbre aliada del 19 y 20 de noviembre en Lisboa. El actual plan estratégico, una especie de guía sobre los objetivos de la organización y cómo llevarlos a cabo, data de 1999, cuando la Alianza tenía 16 miembros, no 28 como hoy, y ya opera en lugares tan alejados como Afganistán o el Golfo de Adán.

Rasmussen avanzó algunos de los cambios que ha propuesto en el borrador, y destacó la idea de que la OTAN debe establecer que su defensa comienza más allá de sus fronteras. "La defensa de nuestro territorio y nuestros ciudadanos no comienza ni se detiene en nuestras fronteras", aseguró, por lo que pidió más inversiones en fuerzas desplegables fuera de los países aliados.

Rasmussen adelantó también que espera que el plan estratégico incluya una mayor importancia a la cooperación con países no aliados y de relevancia estratégica, como China o India, en busca de un "enfoque global" a las cuestiones de seguridad. El documento debería consagrar que la Alianza se defienda contra las "nuevas amenazas", como los misiles balísticos, los ciberataques o las riesgos que sufren las rutas de aprovisionamiento económico. Confió por ello en que sus miembros aprobarán la creación de un sistema de defensa antimisiles, que será la extensión de un sistema ya en preparación para proteger a las fuerzas militares aliadas desplegadas.

El secretario general sostuvo que la Organización debe crear un mecanismo permanente de formación de fuerzas de seguridad en otros países, y reconoció que fue "un error" no crear una misión de entrenamiento en Afganistán hasta 2008. Respecto a las armas atómicas, Rasmussen afirmó que si bien la Alianza no desdeña el objetivo de eliminarlas en todo el mundo, mientras existan la OTAN deben mantener las suyas.