Duhalde habló de "pasar un papelón con Chile por lo de Apablaza" y criticó que "todo eso no tiene nada que ver con el justicialismo", luego de calificar a la jefa de Madres de Plaza de Mayo, Hebe Pastor de Bonafini, como "vocera del Gobierno".

Por su parte, el senador chileno Andrés Chadwick Piñera afirmó que "las organizaciones de derechos humanos están muy fuertemente controladas por la izquierda en Latinoamérica" y que "en el caso de la Argentina ocurre similarmente que en Chile".

"Existe un poder de presión muy importante cuando se trata de defender los derechos humanos en términos generales", aseveró el senador chileno, al abordar el caso Apablaza.

Al respecto, precisó que "Apablaza pertenece a una suerte de elite de guerrilleros extremistas de Latinoamérica, ha tenido de ellos protección muy fuerte" y planteó: "¿Cuándo aparecen las presiones de esas organizaciones? Luego que la Corte Suprema concedió (en realidad, habilitó) la extradición".

"Obviamente tengo la impresión que los Kirchner no pueden ir contra las bases de apoyo político importante", advirtió.

En esa línea se pronunció el diputado de Peronismo Federal Gustavo Ferrari, quien planteó que "el gobierno argentino tiene una concepción ideológica y un compromiso con sectores y personas que pone por encima de cualquier otra condición".

"No importa que el procurador general o la Corte Suprema dictaminen algo, si ello contradice lo que piden determinadas asociaciones o personas", criticó el diputado, sobre la decisión del Gobierno de concederle refugio a Apablaza Guerra.

Ferrari opinó que "la reacción de la justicia argentina tenía que ser complementada con el respaldo al estado de derecho chileno" y advirtió que "cuando uno deniega una extradición, como en este caso, está diciendo que no hay garantías suficientes" en el estado chileno.

Además, sostuvo que "se plantea un antecedente complejo cuando nosotros mismos reclamamos a Irán que entregue a los que queremos juzgar en nuestro país o en un tercer país (por el atentado a la AMIA), como reclamó la Presidenta".

"Esta incoherencia nos pone en un mal lugar en cuanto a la política internacional", remarcó y cuestionó que se trata de "justificar lo que es una posición ideológica" y recordó que Apablaza "estó acusado de haber participado de un asesinato y de un secuestro" en Chile.

Apablaza Guerra, quien está casado con una empleada de la Casa Rosada, Paula Chaín, con quien tiene tres hijos logró que la Comisión Nacional de Refugiados lo acepte en el país y evitó así ser llevado a Chile para responder ante la justicia por el asesinato del senador Jaime Guzmán Errázuriz y del secuestro del empresario del diario El Mercurio Cristián Edwards.