Los organizadores esperan contar con la asistencia de millones de personas en unos 240 eventos y marchas previstas para hoy. En las protestas participan por primera vez escolares. Varios paros laborales no estaban limitados temporalmente, algo también inédito hasta ahora en las protestas contra las reformas.

La huelga en los transportes afecta en menor medida al servicio de metro de París que a las redes de transportes urbano en numerosas ciudades del interior. En cambio, la frecuencia era menor en los trenes de cercanías de la capital.

Asimismo, en las principales ciudades de todo el país los trabajadores ya comenzaron a movilizarse en masa para reflejar su descontento en las calles, con banderas, pancartas, globos y megáfonos.

Los principales líderes sindicales, Bernard Thibault, de la CGT, y Francois Chéreque, de la Confederación Francesa de Trabajadores (CFDT), aseguraron que la de hoy será una movilización "más poderosa" que en las anteriores del 7 y 23 de septiembre y 2 de octubre.

El líder de la CFDT, Fran‡ois Chéreque, consideró que "los trabajadores ya pagaron los destrozos de la crisis" y abogó por una renovación del sistema de jubilación que aumente el número de años de cotización y no el de años trabajados. "Es evidente que hace falta una reforma, pero de otro tipo", explicó Chéreque a la prensa en el inicio de la jornada de protesta.

La reforma rechazada por los sindicalistas prevé que aquel que haya completado 40,5 años de aportes como trabajador y que ahora puede recibir una pensión de jubilación completa con 60 años, deberá esperar hasta los 62. La edad de jubilación para los que no hayan hecho suficientes aportes subiría de 65 a 67 años.

Por tal razón convocaron a esta nueva protesta -la tercera huelga y la cuarta jornada de manifestaciones desde principios de septiembre- que contará también con 244 movilizaciones en todo el país, informó la agencia de noticias Europa Press.