"Tiene que notificársenos por el impacto inmenso que habría en nuestro territorio, nuestros ríos, nuestros humedales. ya no se puede interpretar la intención más que como una acción descontrolada ante nuestra ida a la Corte de La Haya", expresó Castro.

La declaración es una respuesta a las afirmaciones de Ortega, quien dijo que la construcción de un canal es un derecho de Nicaragua que puede ejercer cuando disponga y con la inversión de quien desee. "Es un derecho de Nicaragua", manifestó el mandatario, y rescató que en el primer período de la Revolución Sandinista varios gobiernos y naciones estaban interesados, entre estos Brasil y Japón.

En ese sentido, Ortega añadió que "tampoco es ningún secreto que Estados Unidos estaban interesados en construir esa vía interoceánica, incluso antes que se construyera el Canal de Panamá". Recordó que a través de las pretensiones históricas de Costa Rica, y cuando el entonces presidente norteamericano Grover Cleveland produjo el llamado Laudo Cleveland, lo hizo para beneficiar los intereses de su país ante la posibilidad de construir el canal.

En la misma línea, el mandatario recordó la sentencia de la Corte Internacional de Justicia del 2009 por el tema, "en la que queda claro ahí que Nicaragua puede dragar, puede limpiar el río, puede realizar obras, y que cuando estas obras o este dragado afecten territorio costarricense, entonces está obligada a indemnizar a Costa Rica".

"Nadie nos puede negar el derecho a proponer la construcción a la comunidad internacional, a decirle al pueblo y gobierno de Irán, al pueblo y gobierno venezolano, al pueblo y gobierno brasileño, al pueblo y gobierno chino, al pueblo y gobierno de Estados Unidos, a los pueblos y gobiernos europeos, a los inversionistas, que demandan lógicamente de vías alternativas ante el atascamiento que se da en el Canal de Panamá".