El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, dejó abierta la chance de "una sorpresa" en cuanto a que otro país integrante se sume a Chile en la flamante aprobación parlamentaria al tratado. Son 8 aquellos que ya dieron el visto bueno al texto, y un noveno país daría vida jurídica al entendimiento.

Patiño habló con la prensa en el acto en el que Chile formalizó la ratificación del tratado, firmado en Brasilia en el 2008. Hasta el momento, el acuerdo fue aprobado por Argentina, Bolivia, Guyana, Perú, Venezuela, Surinam, Chile y Ecuador, y restan la discusión en los parlamentos de Brasil, Colombia, Paraguay y Uruguay, sobre el que están todas las miras.

Es que el Parlamento uruguayo es el que parece más cerca de llevar el tratado al recinto, porque la semana pasada dio un paso clave con la aprobación en la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes.

La comisión logró la mayoría con el respaldo de dos diputados de la oposición (uno del Partido Nacional y otro del Partido Colorado) y solo un voto en contra (del Partido Nacional). Para Patiño, esa ratificación sería "un regalo maravilloso para América del Sur que ojalá disfrutemos el 26".

Donde parece haber alguna complicación para la ratificación es en Brasil, donde los partidos opositores vetaron el acuerdo, aunque el oficialismo -el PT y sus aliados- tendrá una cómoda mayoría una vez que se haga el recambio parlamentario, producto de las elecciones de octubre.

El diputado Raúl Jungmann, del Partido Popular Socialista (PPS), consideró que existe un "exceso" de organismos regionales que dan lugar a la creación de una "burocracia" sin fines específicos. El Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), por su parte, también rechazó el acuerdo y cuestionó especialmente la creación del Parlamento de UNASUR, que debe ser instalado en Cochabamba, Bolivia.

"El PSDB, el PPS y los Demócratas están contra Unasur, no quieren la soberanía de América del Sur y son serviles a Estados Unidos", se quejó el diputado Doctor Rosinha, del PT.

La cumbre Georgetown servirá también para que Ecuador haga público el plano arquitectónico de la futura sede del organismo regional, que estará ubicado en Quito, en el sector de la Mitad del Mundo.

En la mesa de discusiones estará, además, la idea de que las presidencias de los Consejos de la UNASUR sean asumidos por diferentes países y no necesariamente por la nación que ejerce la titularidad temporal, como fue la modalidad hasta ahora, tema sobre el que parece haber un principio de acuerdo.