El informe fue requerido al FBI por el fiscal de Instrucción Javier Di Santo en agosto de 2008, una parte de los resultados llegaron a la Argentina 17 meses después, pero allí se daba cuenta de que los expertos norteamericanos no habían podido obtener datos completos de ADN de las muestras tomadas en la escena del crimen.

En cambio, verificaron haplotipos --rastros genéticos que no conforman un ADN completo-- de un mismo linaje, los Macarrón, es decir la familia del marido de Dalmasso, lo que podía incluir al propio hijo de la víctima. Por eso, el joven Facundo Macarrón quedó imputado con sospecha leve de abuso sexual gravemente ultrajante y homicidio calificado por el vínculo.

Los informes llegados ahora al país son los resultados finales del trabajo, que incluyen la comparación de 28 muestras de sangre con los rastros genéticos tomados en el lugar del hecho. Las muestras fueron tomadas en la zona genital de la víctima, las sábanas de la cama donde fue hallado el cadáver y del cinto de la bata que el asesino utilizó para estrangular a Dalmasso.

Estos elementos fueron comparados con muestras de Facundo Macarrón, su padre, Marcelo Macarrón, y su abuelo paterno, además del otro acusado en la causa, el pintor Gastón Zárate, y 24 personas que estuvieron en la escena del crimen, incluyendo al propio fiscal Di Santo, un sacerdote de apellido Felizia, policías, peritos y familiares de Nora.

El informe fue recibido el viernes pasado por el agregado jurídico en la sede diplomática de Estados Unidos en Buenos Aires, Beph Mc Cohn, según precisó el diario La Voz del Interior de Córdoba.