20:41 › CUMBRE EN LONDRES
Aunque en la previa se esperaban respuestas diplomáticas para la resolución del conflicto armado en Libia, la alianza occidental que lidera la Odisea del amanecer, detrás del comando de la OTAN, reafirmó la "unidad" en sus esfuerzos por presionar y, eventualmente, doblegar al régimen de Muammar Khadafi, y lo argumentó con el "compromiso" de ayudar al pueblo libio a conseguir un país "democrático y libre". De la reunión participaron otra treintena de países que conforman el "grupo de contacto", encargado de coordinar la conducción política del conflicto y cuya primera reunión será en Qatar "lo antes posible". La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, no descartó la posibilidad de "armar a la oposición". El Consejo Nacional Transitorio de Libia (CNI) envió su documento de adhesión.
Esta fue la conclusión principal de la jornada de reuniones en Londres entre representantes de más de 35 países y organismo internacionales para discutir el futuro del país norteafricano. "La comunidad internacional está absolutamente unida y ha sido clara en que continuaremos en esta línea de acción, que consideramos la adecuada", señaló el ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague.
El jefe de la diplomacia británica recordó que la conferencia había servido para reafirmar "el compromiso" de los países aliados a la hora de garantizar que se cumplen las disposiciones que estipulan las recientes resoluciones de la ONU sobre Libia.
El primer ministro qatarí, Hamad bin Jassim al Thani, quien acompañó a Hague en su encuentro con los medios, instó al dictador libio y a su entorno a dejar el poder y evitar "más derramamientos de sangre". El grupo de contacto deberá, según explicó Hague, definir y "dar un liderazgo y una dirección política general al esfuerzo internacional, en estrecha coordinación con la ONU, la Unión Africana, la Liga Árabe, la Organización de la Conferencia Islámica y la Unión Europea para ayudar a Libia".
El funcionario británico defendió la intervención al decir que en Libia se "está teniendo éxito en la protección de innumerables civiles" y enfatizó que "ninguna de las personas presentes (en la conferencia) decidirán el futuro de Libia", sino que serán los propios libios los que deberán decidir en libertad el destino del país. Además, rechazó la posibilidad de armar a la oposición a las fuerzas de Khadafi, aunque consideró que sería legítimo de acuerdo con la resolución 1973. Pero fue tajante sobre ese futuro: "No hay futuro para Libia con Khadafi en el poder o intentando aferrarse al poder".
En ese sentido, el titular británico de Exteriores se mostró "satisfecho" por el contenido de un documento presentado en Londres por representantes de la oposición del Consejo Nacional Transitorio de Libia (CNI). En el documento, el consejo con sede en Benghazi expresa su compromiso de crear una "sociedad civil que reconozca el pluralismo intelectual y político" y permita "una transición pacífica mediante instituciones legales y el recurso a las urnas".
El primer ministro David Cameron aseguró: "La razón por la que estamos aquí es porque el pueblo libio no puede alcanzar ese futuro por sí solo. Estamos todos aquí unidos en un mismo propósito, que es ayudar al pueblo libio en esta hora de necesidad".
El premier agregó que su gobierno recibió informes de que fuerzas de Khadafi bombardearon hoy Misurata con incesantes ataques contra civiles desde tierra y mar. "Khadafi está usando francotiradores para dispararles (a los residentes de Misurata) y dejarlos desangrase en las calles hasta la muerte. Cortó los alimentos, el agua y la electricidad para obligarlos a la sumisión a través del hambre", agregó Cameron.
A su turno, Hillary Clinton llamó al mundo a hablar con una sola voz y exigir a Khadafi que renuncie para que Libia "pertenezca no a un dictador, sino a su pueblo", según las palabras de la jefa de la diplomacia norteamericana. Clinton agregó ante la conferencia que sólo con medios militares no se logrará sacar del poder a Khadafi, que gobierna hace 41 años, y que será necesario aplicar más sanciones y mayor presión diplomática para conseguir este objetivo.
En ese sentido, la secretaria de Estado defendió la legalidad de una eventual decisión de armar a la oposición libia, aunque aseguró que el asunto no se trató en esta conferencia internacional de Londres. "Nuestra interpretación es que la resolución de la ONU de 1973 enmendó o anuló la prohibición absoluta de armar a cualquier persona en Libia, de manera que pudiera haber una transferencia legal de armas si un país decidiera hacerlo", justificó Clinton.
El Reino Unido, organizador de la reunión en Londres, afirmó que no quiere determinar el futuro político de Libia y que eso será tarea del pueblo libio. De la conferencia no participarán representantes de la oposición libia, aunque un enviado de los rebeldes está en Londres y tenía previsto reunirse con Hillary Clinton y su par británico, William Hague, informaron funcionarios norteamericanos y británicos.
Participarán del cónclave seis países árabes: Qatar, Irak, Jordania, Emiratos Arabes Unidos, Túnez y Líbano, y un país musulmán no árabe, Turquía. También asistirán el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen y representantes de la Liga Árabe y la Unión Africana.
El canciller italiano, Franco Frattini, dijo que varios países prevén presentar un plan para poner rápido fin al conflicto que incluye una propuesta para un autoexilio de Khadafi, un cese del fuego y conversaciones entre los rebeldes y jefes tribales libios.
Los gobernantes de Francia y el Reino Unido, dos de los países que más impulsaron los ataques en Libia, exigieron ayer la renuncia inmediata de Kaddafi y dijeron que la conferencia tendrá por fin "respaldar la transición" en el país árabe africano.
El encuentro es el primero del grupo de naciones que, integrado por Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y el resto de los países de la "coalición", asumirá el liderazgo político de la operación en Libia, cuyo mando militar pasó a la OTAN.
A última hora de ayer, el presidente estadounidense, Barack Obama; su par francés, Nicolas Sarkozy; el primer ministro británico, David Cameron; y la jefa de gobierno alemana, la canciller Angela Merkel, compartieron una videoconferencia para discutir la situación en Libia, informó la Presidencia francesa.
Un poco antes, Sarkozy y Cameron emitieron una declaración conjunta en la que dijeron que la conferencia en la Lancaster House de Londres tendrá como objetivo apoyar un proceso político post-Khadafi en Libia. "La comunidad internacional podrá respaldar la transición en Libia tras una dictadura violenta y crear las condiciones propicias para que el pueblo libio pueda decidir su propio futuro", afirmó el texto.
El Reino Unido, Francia y Estados Unidos fueron los impulsores de la resolución del Consejo de Seguridad que autorizó la imposición de una zona de exclusión aérea sobre Libia y el uso de la fuerza contra fuerzas de Khadafi "para proteger a los civiles". Esa resolución, aprobada hace 10 días, dio lugar a intensos bombardeos aliados contra fuerzas leales al líder libio, que, iniciados el 19 de marzo, permitieron a los rebeldes evitar una derrota inminente y recuperar todo el terreno que habían perdido este mes.
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