Aunque la Alianza Atlántica no intervendrá mientras no haya un mandato de la la ONU, Rasmussen condenó la violencia y expresó su deseo de ver que "el régimen sirio se acomode a las aspiraciones legítimas del pueblo".

Mientras tanto, distintas organizaciones de drechos humanos árabes denunciaron que al menos ocho personas, entre ellas un adolescente de 16 años, fueron muertas por la policía durante protestas contra el gobierno en distintas ciudades del país. Tres murieron en la ciudad central de Homs, dos en la oriental de Deir el-Zour y otros dos en Harasta, un suburbio de Damasco, la capital, mientras que el adolescente fue asesinado en el sureño poblado de Dael, según la cadena CNN.