Luego de la recorrida por las nuevas instalaciones y una nueva nave adquirida por Aerolíneas Argentinas, Cristina destacó que la ampliación del servicio aéreo “vuelve a darle conexión al país y hacer del turismo un negocio posible y rentable, además de conectar al resto de los argentinos con sus destinos, aunque ello no sea rentable”.

“Cuando un empresario invierte, busca la rentabilidad. Pero el Estado es otra cosa. Si invirtiera con criterio de rentabilidad, lo haría para muy pocos”, definió la mandataria durante la inauguración de lo que denominó “una obra que realmente entusiasma”.

La obra tiene 21 mil metros cuadrados, ocho mangas para la comunicación en la áreas de acceso, doce puestos de Migraciones e independizó la operación entre los sectores de carga y pasajeros. Demandó una inversión de 600 millones de pesos y requirió del trabajo de más de mil personas durante 19 meses. La concesionaria Aeropuertos 2000 lo calificó como "una mega obra de diseño, infraestructura, tecnología de punta y modernos sistemas en materia de seguridad operativa y de prevención".

El titular de Aeropuertos Argentina 2000, Ernesto Gutiérrez, destacó que la obra “convierte a Ezeiza en uno de los más importantes del mundo”. Anunció además que a partir del próximo mes, todos los vehículos que funcionen en esas instalaciones utilizarán biocombustible generados en Santa Fe.

A la inauguración asistieron los ministros de Planificación, Julio De Vido; Seguridad, Nilda Garré; y Turismo, Enrique Meyer. También el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi; los del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna), Manuel Baladrón, y de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), Alejandro Granados; y el titular de la Corporación América, Eduardo Eurnekian.