A contramarcha del fallo del Tribunal Oral Federal 3 de la Ciudad de Buenos Aires, el fiscal federal Jorge Di Lello había pedido que Beliz, actual funcionario del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), fuera condenado a cuatro años de prisión por violar la ley de inteligencia nacional y por revelar secretos de Estado al mostrar la foto de Stiusso.

Beliz mostró la foto el 25 de julio de 2004 en el programa "Hora Clave", un día después de ser desplazado del Gobierno de Néstor Kirchner, del cual fue el primer ministro de Justicia. "Le dicen 'Jaime' Stiusso y es el encargado en los hechos de manejar el poder real en la Secretaría de Inteligencia", había denunciado Beliz, mientras sostenía en alto el retrato y lo acusaba de "haber embarrado la investigación en la causa AMIA" sobre el atentado terrorista a la mutual judía que en 1994 se cobró 85 vidas.

Al decir sus últimas palabras ante el Tribunal, Beliz volvió a acusar a Stiusso por la "compra y torturas de testigos, extorsiones y enriquecimiento ilícito a través de empresas" y calificó al agente de ser un personaje "tristemente célebre" y el "jefe de Estado de las cloacas".

También sostuvo que el Gobierno de Kirchner nunca investigó lo que hizo Stiusso durante la dictadura y que se tuvo que ir del país por meterse con la SIDE. Los jueces Guillermo Gordo, Gerardo Larrambebere y Miguel Pons ordenaron extraer ese testimonio y enviarlo a la Cámara Federal para que se sortee un juez que investigue esos hechos.

La defensa del ex funcionario pidió la absolución porque consideró que Beliz no reveló ningún secreto de Estado pues Stiusso era conocido públicamente cuando declaró como testigo en el juicio por el atentado a la AMIA y en el del decomiso, en 1997, de más de dos mil kilos de cocaína conocido como "Operación Strawberry", en el que disimulaba la droga en embarques de frutillas.

En sus últimas palabras antes del fallo Beliz sostuvo, como hizo al comienzo del juicio, que en reuniones que mantenía en Olivos con Néstor Kirchner le dijo que la SIDE era un Estado paralelo y que si pinchaba teléfonos para obtener información iba "a ser esclavo de esa persona, la que los pincha".