Dilma Rousseff aclaró también que hará todo para evitar "abusos, excesos y ataques a la dignidad de cualquier ciudadano investigado", en lo que fue interpretado como una crítica a la Federal por su actuación en la operación anticorrupción en el Ministerio de Turismo, cuyo titular y otros 38 funcionarios detenidos por supuesto desvío de dinero público, fueron fotografiados esposados dentro de su celda, lo que generó gran revuelo en la clase política y en el propio gobierno.

Durante la asunción del procurador general de la Nación, Roberto Gurgel, reelecto por el Cngreso, la Presidenta afirmó que el gobierno de Brasil está compuesto por "ciudadanos de bien". Gurgel, por su parte, fustigó la divulgación de fotografías de los funcionarios presos. "Es inaceptable la exposición de estas personas investigadas y de la forma que fue hecha", advirtió.