El asentamiento de Ariel, donde viven más de 17 mil colonos fue construido sobre tierras cisjordanas expropiadas por el estado hebreo en 1978. La semana pasada, las autoridades israelíes habían aprobado el levantamiento de 4300 viviendas en el territorio palestino ocupado de Jerusalén este.

Se trata de la tercera vez desde principios de agosto que el Ejecutivo israelí aprobó construir nuevos asentamientos, medidas que amenazan la viabilidad de una posible solución acordada por los dos estados.

"Lamento profundamente el anuncio de que alrededor de 200 permisos de construcción para viviendas fueron concedidos el lunes en el asentamiento de Ariel", afirmó Ashton a través de un comunicado en el que, además, instó a ambas partes a “no descarrilar los esfuerzos para retomar las negociaciones directas".

El mensaje de la diplomática se suma al difundido el lunes pasado por gobiernos de Oriente Medio -que forman parte la UE- que manifestaron su "gran preocupación" ante la decisión de Israel.