Esta será la segunda moción de confianza que afrontará el premier en la legislatura, después de que el pasado 14 de diciembre superara la iniciativa ante el Parlamento por tan sólo tres votos de diferencia.

La oposición exigió el martes la dimisión del primer ministro, quien reconoció que el informe de presupuestos es un "voto político" y afirmó que fue "un incidente parlamentario" que produjo "una situación anómala", al considerar que Berlusconi ya no tiene la mayoría necesaria para gobernar.

No obstante lanzó un desafío al asegurar que se presentó ante la Cámara para "renovar y confirmar" que mantiene la mayoría en el Parlamento para poder gobernar. Asimismo, advirtió que su gobierno continuará "adelante" sin "dejarse condicionar por nada más que por el respeto a la Constitución y los acuerdos europeos", disparando una dura crítica contra la oposición. "Existe un partido de `tránsfugas´ y una izquierda dividida en todo y unida sólo por el antiberlusconismo", manifestó sin medias tintas.

En una situación nunca vista desde 1924, la oposición no asistió al discurso que el mandatario pronunció ante la Cámara como muestra de rechazo al Ejecutivo. Así, siguiendo una iniciativa del partido de centro Futuro y Libertad (FLI), los diputados de esta formación y de Italia de los Valores, Partido Democrático, Futuro y Libertad, Alianza para Italia y Unión de Centro no ocuparon sus escaños en el Parlamento.