Los delincuentes a quienes Papa habría encubierto son los autores del asalto a Jorge Pereyra, de 70 años, dueño de una cadena de bingos del Gran Buenos Aires que volvía a su casa luego de cenar en un stud y, antes de entrar su Mercedes Benz al garaje, dejó pasar a una moto con dos hombres que aparentemente lo seguían y que luego lo asaltaron.

El asalto fue observado desde la vivienda, a través del circuito interno de video, y la mujer del empresario se asomó por una ventana y disparó seis balazos al aire con un revolver Magnum 357, del cual es “legítima usuaria y portadora”.

Los tiros amedrentaron a los asaltantes que, inmediatamente, abortaron el robo y corrieron hasta el auto en el que habían llegado. Pero un hijo de Pereyra que también había estado cenando con su padre en el stud se acercó hasta la casa paterna porque tenía una llamada perdida de su madre en el celular: cuando trató de comunicarse con ella no lo logró y se preocupó.