Las dudas con respecto a la realización de la ronda de reconocimiento que fue anunciada ayer surgieron en las últimas horas a raíz de las declaraciones del remisero, quien en declaraciones a la prensa aseguró que al ver la foto de Martínez en los diarios no dudo de que era el hombre que dijo haber visto en la escena del crimen. Si Tagliaferro confirma su denuncia, el reconocimiento no sería necesario.

Es por esta situación que el fiscal consultará con la defensa de Martínez si acepta ese trámite judicial. Tagliaferro es quien llevó a Marisol Pereyra, de 35 años, hasta el departamento de la calle 28, entre 41 y 42, del barrio La Loma,, donde vivían Bárbara Santos, su madre, y su hija, todas ellas asesinadas.

"Yo tengo la imagen de él en la cabeza. Todos los días estoy pensando en cómo es. Cuando vi la foto en el diario me aseguré que era esa persona. Para mí es él. Esa foto me la imagino con la barbita crecida", afirmó el chofer en declaraciones a los medios.

La masacre de las tres mujeres y la niña fue descubierta la madrugada del domingo último, cuando, tras el aviso de un vecino, la policía encontró los cadáveres. En el pedido de detención, el fiscal Garganta entendió que el móvil del homicidio contra Bárbara fue "por cuestiones vinculadas con desavenencias de pareja" y que las otras dos mujeres y la niña fueron asesinadas por Martínez "con el fin de lograr su impunidad". En su declaración indagatoria, el acusado dijo ser inocente y aseguró que al momento de los crímenes se hallaba en su casa mirando una película.