El nuevo testigo es un hombre de 30 años, operador de sonido, que entre las 0.15 y las 0.30 del domingo 27 pasó con su vehículo por el frente de la casa ubicada en la calle 28, entre 41 y 42, donde vivían Susana de Bárttole, Bárbara Santos y la hija de ésta, Micaela de 11 años, tres de las víctimas del crimen por el que está acusado Martínez.

Ante el fiscal, el testigo declaró que esa madrugada se dirigía a un evento cuando al pasar por esa arteria vio un automóvil Chevrolet Corsa con su conductor a bordo (sería el remisero Marcelo Tagliaferro) y un hombre parado en la vereda hablando con él. Además, señaló que en la misma cuadra había estacionado otro automóvil color blanco que podría ser un Fiat Duna o un Fiat Uno.

"No pude escuchar bien lo que decían pero quien estaba parado hablaba fuerte, en tono elevado", detalló el testigo y afirmó que el hombre que hablaba alto "era una persona de contextura considerable, no era un flaquito".

Hasta el momento, el único testigo del presunto asesino era el remisero Marcelo Tagliaferro, que participará de una rueda de reconocimiento. Según Tagliaferro, al llegar a la casa para llevar a Marisol Pereyra, amiga de Bárbara y cuarta víctima, esa noche, un hombre abrió la puerta y tras unos minutos de espera volvió a salir para decirle que su pasajera se quedaba en la casa y luego se iría en otro remis.

Con el reconocimiento de personas, la fiscalía intentará aportar otra prueba a la principal hipótesis del crimen que recae sobre Martínez. Para eso, Garganta busca determinar si Martínez estuvo esa noche en la escena del crimen o si se encontraba en su casa de Melchor Romero, tal como declaró en la indagatoria. El lunes trascendió que el análisis de las llamadas del celular de Martínez durante la noche del crimen reforzaron las sospechas.

El detenido había declarado que la noche de los asesinatos llamó alrededor de las 22.30 a su pareja, Bárbara, desde su casa. Sin embargo, el informe preliminar determinó que el teléfono de Martínez no fue captado por la antena que cubre la zona de Melchor Romero sino por otra que cubre el área del domicilio de las víctimas. El detenido también declaró que intentó comunicarse con su pareja alrededor de las 1.30, aunque de acuerdo al informe de la telefónica, esa llamada no existió.