"Sería inexacto asegurar que Siria sacará a sus fuerzas de las ciudades para el próximo 10 de abril, ya que Kofi Annan no tiene todavía garantías escritas de los grupos terroristas armados para cesar toda la violencia", indicó un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores sirio que despertó las sospechas sobre el cumplimiento del acuerdo.

El texto explicita como condiciones al alto el fuego la "disposición de los grupos armados de entregar sus armas" y "las garantías del compromiso de los Gobiernos de Qatar, Arabia Saudita y Turquía, de detener la financiación y armamento de los grupos terroristas".

"Siria no repetirá lo sucedido en el pasado, cuando aceptó retirarse ante la llegada de los observadores internacionales, lo que fue aprovechado por los terroristas para reorganizarse y controlar barrios enteros para emplear todas las formas posibles de terrorismo, asesinato, secuestro", añade la nota.

En tanto, el líder del rebelde Ejército Libre Sirio (ELS), el coronel Riad al Asaad, opinó que el plan de paz propuesto por el mediador de la Liga Árabe y Naciones Unidas "va a fracasar" porque el Gobierno sirio no lo pondrá en práctica, según informó la agencia de noticias Europa Press.

"El régimen no pondrá en marcha este plan. Este plan va a fracasar," insistió el militar, para luego subrayar que "si el régimen se compromete con el plan nosotros también lo haremos. Somos honestos", ha señalado Al Asaad.

El plan elaborado por Annan, exige que el presidente sirio, Bashar al Assad, "comience la retirada de las concentraciones militares en los alrededores de los centros de población" para el martes, con el fin de iniciar una tregua 48 horas después.

El enviado especial de la ONU y la Liga Arabe realizó un nuevo llamado al Gobierno y los opositores para que cumplan con el alto el fuego antes de las 6 de la mañana del jueves, es decir, 48 horas después de su entrada en vigor, luego de manifestarse "consternado" por el aumento de la violencia en los últimos días. Según Naciones Unidas la revuelta comenzada en febrero pasado ya costó la vida a más de 9 mil personas.