"Lo que deseamos hoy, como se hizo con Grecia, Irlanda y Portugal, cada vez que se tuvieron que tomar decisiones para la estabilidad financiera (...) son soluciones conjuntas y consensuadas", comentó Bailly para poner paños fríos a la tensión de ayer entre Rajoy y su par italiano, Mario Monti, quien dijo que los problemas financiero españoles son la principal razón de la crisis en el mercado de deuda en Europa.

Ante esta crítica, Rajoy dijo que "todos (los socios) tienen sus problemas" y "España trabaja para solucionar los suyos, así como para ayudar a la zona euro". Pero la respuesta no fue sólo para Monti, a quien no citó directamente, sino también para el presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien la semana pasada, en plena campaña electoral, citó la anterior gestión socialista en España como "mal ejemplo".