Tras el fallo de la Sala V del tribunal, que integran Gustavo Hornos, Juan Gemignani y Mariano Borinsky, se estima que habrá una pronta reactivación de la causa, trabada desde las citaciones a indagatoria por la recusación de Aráoz de Lamadrid. La investigación por posibles coimas se originó en las escuchas telefónicas ordenadas por la jueza Wilma López, quien realizó la correspondiente denuncia ante la Cámara del Crimen porteña.

En la causa por el homicidio de Ferreyra ya esperan el juicio oral diez acusados de la patota agresora, entre ellos, el jefe de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, en calidad de instigador, y seis policías, acusados de haber liberado la zona.

De las escuchas se infiere que se habría hecho una oferta de 50.000 dólares a tres jueces de alzada, por cuyas manos debía pasar eventualmente el expediente.