De este modo, se evitará que la situación de esa mujer "se complique por medio de presentaciones judiciales como sucedía antes", donde muchas veces "los médicos se sentían desamparados" al no saber cómo resolver esa situación.

"Lo que hicimos fue realizar un protocolo confeccionado con amplia participación de distintos sectores que nos permite interpretar lo que la Corte expresó en marzo pasado y que rápidamente, en los términos comprendidos en las normas, se pueda dar este tipo de solución a la paciente violada", explicó Collia.

El nuevo protocolo aclara que el aborto practicado por un médico diplomado con el consentimiento de la mujer no es punible en tres supuestos.

El primero es "si se ha realizado con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la mujer y si este peligro no puede ser evitado por otros medios".

El segundo caso se da "si el embarazo proviene de una violación, conforme la manifestación de la propia víctima o su representante legal y con prescindencia de la denuncia y/o calificación penal del hecho".

Y el tercero "si el embarazo proviene de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente".

La guía determina que "al concluir que el aborto practicado a una mujer víctima de violación no es punible otorga protección legal al equipo de salud que realiza la práctica, garantizando así el acceso a la mismaö y detalla que ôla realización de la práctica no implica ninguna responsabilidad administrativa, civil, ni penal para el equipo de salud".