No sorprendió su negativa, que es una de sus prerrogativas de defensa, pero si algunos datos de filiación personal que declaró, tales como que su ocupación es de “empleado”, por lo que percibía un ingreso de 25 mil pesos “hasta el momento de caer”. También que vivía junto a su segunda esposa en el piso 18 departamento B de la torre de Azucena Villaflor 679, en el barrio metropolitano de Puerto Madero.

La sorpresa entre el público también se hizo evidente cuando aseguró que su padres, un exempleado ferroviario y una empleada doméstica, “están desaparecidos”.

El Tribunal escuchó también la lectura de la declaración de Pedraza ante la jueza que instruyó la causa, Wilma López, donde negó los cargos en su contra, aseguró que “no hubo organización para cometer el crimen” y puso en duda que hubiera ferroviarios armados en el episodio.

En esa declaración, que expone cuál será su línea de defensa en el juicio, apuntó al barra Cristian Favale, uno de los acusados de haber hecho los disparos que mataron a Ferreyra e hirieron a otros tres manifestantes. “Había un extraferroviario que todos los días estaba en Constitución para que lo tomaran” como trabajador a través de la bolsa de trabajo que administra el gremio, dijo.

En aquella indagatoria, la única que por ahora vale ante el tribunal, Pedraza asegura haber defendido a los tercerizados y culpó al Partido Obrero de buscar el pase a planta de unos 150 activistas para así poder armarle una lista opositora.