Durante la reunión, Eduardo Buzzi negó que el encuentro pretendiera ser el puntapié inicial de "una nueva Unión Democrática", en alusión a la alianza de 1945 entre la Unión Cívica Radical, el socialismo, el comunismo y el partido Demócrata Progresista que enfrentó a Juan Domingo Perón en las elecciones del año siguiente, y que diez años después festejara su destitución tras el golpe de 1955. "Empieza otra historia en la Argentina", definió el dirigente, quien recordó que "en contra (del Gobierno) ya estuvimos en 2009 y no hubo cambios sustanciales, por lo tanto, lo que hay que hacer hoy es poner las bases de los grandes acuerdos que se necesitan en este país". Criticó al Ejecutivo nacional por "escuchar solo a los que van a la Casa Rosada" y aseguró que la entidad que preside envió invitaciones a dirigentes del oficialismo, quienes no habrían respondido a la convocatoria.

Por su parte, Biolcati reconoció que la FA, surgida hace cien años de la lucha de los pequeños arrendatarios del sur de la provincia de Santa Fe contra los grandes latifundistas, "nació en un punto de vista muy lejano ideológicamente" a la entidad que preside, pero destacó que "a lo largo de los años, y en esta última década, hemos aprendido a trabajar juntos y a privilegiar aquello que nos une por sobre lo que nos separa".

Mientras el líder del FAP, Hermes Binner, aclaró que la participación de los socialistas en el encuentro "sólo fue para celebrar el centenario de la Federación Agraria", Alfonsín privilegió las "muchas coincidencias" de la Federación Agraria con la UCR.