Chávez transmitió su pesar a los familiares de los fallecidos e hizo un "llamado a estar alerta y en calma, porque, como se ha informado, afortunadamente dentro de la tragedia, se ha controlado el peligro mayor". Además, ordenó que se inicie "una investigación profunda sobre estos hechos" porque "hay que determinar bien causas, efectos y tomar las decisiones que haya que tomar".

Según las autoridades, la onda expansiva de la explosión, provocada por una fuga de gas, afectó sobre todo el complejo donde habita junto a sus familias un destacamento de la Guardia Nacional Bolivariana, así como a "varias comunidades aledañas".

El ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, declaró controlado el incendio luego de varias horas de lucha de los bomberos pero dijo que todavía hay hidrocarburos en algunos tanques, y que mientras se consuman se mantendrán llamas dispersas. En tanto, una gigantesca columna de humo negro podía verse a la distancia y los pobladores más cercanos tuvieron que ser evacuados.

Las autoridades aseguraron que continuarán la búsqueda de más afectados por esta situación y llamaron a la calma "para no generar zozobra en una población suficientemente afectada desde el punto de vista material y psicológico".